En primer lugar, antes de empezar a hablar de nada...¡Feliz Año 2009! (que luego dicen que si uno es maleducado, que si la abuela fuma, etc.).
Después de esta necesaria introducción te contaré mi experiencia en Twitter. Para empezar nos tenemos que ubicar un poco. Yo en internet (al menos hasta hace unos meses) era como el típico niño malo del recreo, no tenía mucha idea de nada pero sabía manejarme un poco, lo que me daba alas para que “pareciera” que sabía. Gracias a Dios (gracias a Google, hablando en argot 2.0) no doy una cosa por sabida en este mundillo hasta que he hurgado, cotilleado y conocido todos (o casi todos) los recovecos de la utilidad en cuestión. Hoy nos toca Twitter. Y bien, ¿Qué es Twitter?
Pues algo así como un portal en el que puedes publicar en pocas palabras lo que estás haciendo, dónde estás, o cualquier otro tipo de información en 140 caracteres. Dicho así es muy fácil, pero si te paras a pensar en su utilidad, tenemos más dudas.
Cuándo lo descubrimos en Tecnología de la Información, mi compañero Gustavo me enseñó el Twitter de Enrique Dans, en el que ponía algo así como “estoy volando hacia Santiago”. Debido a que, tanto a Gustavo como a mí nos gusta el humor rápido y poco elaborado (por no llamarlo infantil) nos imaginamos si la gente utilizaría esto para poner todas (y digo bien, todas) las acciones o situaciones que les surgen en su día a día.
Pero, cómo no. Esta imagen simplista de la nueva utilidad que descubrimos no se iba a quedar en un morbo estúpido acerca de lo que se pone o lo que no se pone en Twiter. Y te contaré por qué. Soy muy amigo de entrar cada dos por tres en la web de El País para buscar últimas horas (degeneración profesional) o noticias curiosas. Al hilo del atentado perpetrado por ETA en la sede de la EiTB leí que, gracias al Twitter, los periodistas vascos iban publicando la situación vivida así como los distintos actos de repulsa que se iban produciendo. Esa “romántica” extensión periodística que ejercía Twitter después de que los terroristas dejaran sin mucha infraestructura a los redactores me atrajo soberanamente. Por ello me hice “follower” de la EiTB. Y por ello se que el Twiter, lo que en principio me pareció una herramienta simple, puede ser una perfecta plataforma liberadora de información.
Sin duda, Twiter sí, pero para lo que vale. Informar.
(Un pequeño guiño a EiTB, por su gran programa Vaya Semanita, seguid creando, por favor)
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